Siempre había pensado que la gente que publica su diario en Internet era egocéntrica y exhibicionista.

La vida te enseña a no juzgar; me voici, escribiendo un blog para vosotros.

No sólo me he tenido que tragar mis anteriores opiniones con patatas sino que, además, por si fuera poco, me he apuntado a un cursillo de blogs.

Una cosa que quede bien clara, eso sí; este blog no es mío, sino nuestro y, por eso, le podemos hacer el amor cuando queramos, siempre y cuando vengamos con intenciones honestas, absoluta sinceridad y palabras dulces.

Y aquí estoy, a las cinco de la tarde de un jueves cualquiera, en el aula de informática 2 de la Facultad de Traducción empezando(os) un blog.

Llueve en esta ciudad histórica y dentro de un rato me voy a escaquear para acudir a un seminario.

Mientras tanto, espero que no me seáis trols. Si abusáis del anonimato para joderme el blog, me acaban de enseñar lo que tengo que hacer... Y no es agradable ;-)

Besitos,
M.