Tampoco ha sido para tanto.
Vale, me he emocionado demasiado. Pero esta vez he conseguido colgar sin echarme a llorar.
Antes de colgar, claro. Después de colgar ya es otra historia.
Y es que por todos es sabido que soy un pelín llorona.
Reconozco que me ha hecho ilusión oír su voz desde Edimburgo.
Debo admitir que ha sido escucharle y tranquilizarme.
¿Les darán a los informáticos cursillos calmamujeres por Internet?
Yo es que hay cosas que no entiendo. Se me escapan las sutilezas de aquellas relaciones interpersonales en las que estoy implicada. No logro ser objetiva, de verdad.
Es que en los demás se ve todo siempre tan claro, joder.
Los Erasmus siguen de fiesta en mi salón, apuran la última noche. Mañana, a las diez, nos mudamos. Tengo ganas de estar en otra habitación y poner el cuentakilómetros a cero.
Empieza una nueva etapa de tesiseo.
Y va a ser buena.
Una etapa, esperemos, con mi ex de amigo, por primera vez. Etapa histórica donde las haya.
Besitos,
M.
Saturday, June 30, 2007
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