Tuesday, August 25, 2009

Qu'elle est belle, la tour Eiffel !



(foto: Emerald Lake, Yoho National Park, B.C. Canada)


Queridos todos:

Podría pedir perdón por haber tardado tanto en escribiros, pero no lo voy a hacer; no lo siento en absoluto. Me hacía falta un aire fresco o dos.

Os quiero, nevertheless, y aquí estoy de vuelta. Sigo tesiseando como una descosida, esta vez con vistas a la Torres Eiffel, desde casa de la madre del chati, que no está aquí y nos ha dejado su pisito guay.

Me levanto a las siete con el wakie wakie, hago un cafetito, y ¡hala! Cada vez que levanto la vista para hacer eso del micropause (el programita para descansar los ojillos, y el cuerpo, que me he instalado), admiro la torrecilla. Hace fresquito, porque estoy en un edificio alto y corre el viento. No hace falta rebequita.



(Foto: A bear in Grouse Mountain, Vancouver, Canada)

Hemos estado en Canadá (cruzando las Rocosas por la tarde y currando in the morning con el wakie wakie), en Salamanca (haciendo acto de presencia tesisuda y calentando la sillica, porque estas cosas son necesarias malheureusement en instituciones centenarias como esta nuestra honorable Casa), y en Cornwall, en la villita de la directora de tesis del chati, que nos ha tratado de lujo y nos ha hecho currrrrraaaaaar (sobre todo a mí, porque el chati ya terminó su tesis cuando era pequeño. Hacerme currar quiere decir darme la comidita, cuidarme y llevarme de paseos por las tardes solo.

Os adjunto unas foticos que hemso tirado. No hay más noticias... En cuanto a cotilleos varios departamentales, se nos va una profe a Alemania, y me da pena de la grande porque era dura de roer. Creo que eso es todo.

Ah, ¡es verdad! Se me olvidaba. Ahora mi vecino es rector en funciones, porque el anterior hombrico al parecer protagonizó un incidente de tipo escandaloso del que nadie en realidad sabe nada seguro, y decidió que lo más sensato era plantarse. Sean o no verdad los escabrosos detalles, lo cierto es que yo tampoco quiero opinar sobre algo que me han contado de quinta mano. Oficialmente, se ha ido por motivos estrictamente personales. Extraoficialmente, vaya usted a saber. Es como si tuviéramos que intentar esclarecer lo que ha pasado leyendo el ¡Qué me dices! (la revista que tiene fotos hasta de tus lombrices).

Et oui, echo de menos Noche Hache, pero ahora soy mucho más feliz.

Os como a besos,
M.