Friday, November 16, 2007
Overwhelmed
Hoy es uno de esos días, lovely people, en los que one can barely cope.
No puedo más.
Y mañana hala, a Madrid, otra vez, ida y vuelta en unas horas.
Esperemos que no sea a Urgencias de La Paz; que le den un antibiótico y andando que es gerundio.
Con un poco de suerte es otra vez a casita, con mi excuarto lleno de peluches, un Nymphéas de Monet, colores pastel, un póster de Romeo y Julieta de los Footsbarn, un anuncio de mantas que hice de bebé, la orla del Británico, los diccionarios de inglés técnico y francés jurídico de la carrera, el Petit Robert y las muñequitas de porcelana con trajes rusos de época.
Yo quiero que sea todo sencillo, de patchwork azul clarito y blanco, que se curen todas las enfermedades, que las Misses dejen de tener que pedir que se acabe el hambre en el mundo, pobrecitas, la de mamadas que les cuesta un kilo de arroz.
Quién pudiera quedarse en algún lado y tenerlo todo claro, cada cosa en su balda en una estantería de Leroy Merlín.
Que se atrevan a llamarme ingenua y sea, por primera vez en mi vida, desde los seis años, la puta verdad.
La nena quiere que le pongan un caballito con alas que tire del carro por ella.
Que no me vuelva a doler nunca la espalda.
No, no es metáfora. Tengo la espalda agarrotada de tanto bus y noches en vela.
Dadme un fin de semana tranquilo donde coño puta sea, con un libro y un litro de helado de chocolate con cachitos de lo que buenamente quieran ofrecer en la tienda de helados de chocolate con cachitos.
Ya es que ni me importa que no haya Príncipe Azul en la Casa de la Pradera.
Lo único que pido es que se acaben los tsunamis, que me resulta difícil ser pilar cuando la tierra hace lo que le sale de las entrañas sin pensar en los demás. Constituye un esfuerzo adicional, vamos.
Si la tierra se tira un pedo, todavía nos aguantamos- como dice Eva H. los pedos siempre hacen gracia- pero, cuando le entra diarrea, la única solución es tener a mano una nave espacial. Y el traje de astronauta puesto ininterrumpidamente, por si acaso, Houston.
¡¡¡Estoy HASTA LAS PELOTAAAAAAAAAAAAS ya de tanto terremoto emocional!!!
Arregla el router, tesisea, pelea con el técnico, el Bastard Operator from Hell, llama a Ono, articulea, limpia cocina, limpia la otra cocina, el baño, el otro baño, el de Madrid, deshaz la maleta, llena la mochila, coge el tren, compra billete, cambia el vuelo, despierta, ponme la cuña, vacía la cuña, llena los botes de orina, mide los botes, Haz la Compra, vuelve a Salamanca, Haz la Compra II, desayunos, comidas, meriendas, cenas, besos y galletas, ¿has hecho pis?, configura la impresora, da más clase, haz el Planning de la Tesis II, apaga fuegos, calma a las masas, amasa espaldas, mi mamá me mima amo a mi mamá.
Ya ni respiro. Creo que me ha dado un pasmo, un espasmus, un aneurisma, un asma.
Luego, encima, no me puedo volver egoísta.
Yo no. Todo el mundo puede hacer que se la sude a chorros, cualquier cosa o todo, todos, toda, todas.
A mí no me dan permiso.
Yo, por ser niña, a tender hacia el infinito, ¿no?, a buscar la perfección, a comprenderlo todo, a ser paciente, a adivinar lo que piensan los demás, a aprender pedagogía y nutrición, psicología masculina, a pedir perdón, encima, a ser empática; geriatría, pediatría para los retoños, a dejarse olisquear el culo por el macho dominante, a ser la buena, la trabajadora, hormiguita, calladita, guapa, à la mode, bonita, ingenua, quietecita, déjate, así, ahí, despacito, déjate, mmmm, qué suave, un poquito, así, déjate, preciosa, que te la meta por el culo.
Es que manda huevos, la justicia infinita esta del se sienten, coño, del Yo he venido a hablar de Mí libro y la noche me confunde, del por qué no te callas, que España va bien, del aquí mando yo y no me pongo condón, que nos hacemos unas pajas pero sin mariconadas, del te pego leche y del tal y tal.
Como si viniera Al Capone y te dijera que él "tiene mucha filosofía". Que se sabe al dedillo el libro de Ética para Amador del instituto porque sufrió una metamorfosis y le dio por adoptar a una niña china para no quedarse solo y sin harén tras la crisis existencial que le causó el darse cuenta de que se moriría, oh sí, Él también. Y que por eso me va a hacer una oferta que no podré rechazar, de gerente en una guardería bilingüe en un pueblo a 25km de Ponferrada.
A ver. Saber o no saber no es la cuestión. Mandemos a la mierda las cantidades y los tamaños, las cuentas, el poder, los puestos, los contactos y el puto bilingüismo. Me inflan las pelotas las gentes que se creen superiores a los demás.
Gentes así y gentes como yo somos totalmente incompatibles.
Que quede bien claro ya y de una puta vez por todas:
Yo no acepto pulpo como animal de compañía.
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