Saturday, November 24, 2007

¡No me dejen solo, hijos de puta!

¿Cómo no me habré dado cuenta antes de la existencia de De Igual a Igual, si el enlace desde el blog del Q. lleva ahí tanto tiempo?

Creo recordar que me enviaron un mail hace mil años; uno de esos mensajes, cartas, llamadas que te encienden la bombillita, a los que hubieses querido contestar a pesar del paso del tiempo, por mucho que te siga pareciendo que no es el momento adecuado.

O sea, yo sabía que estaban ahí, pero no acababa de darme cuenta.

Los caminos del Señor son insondables. No, insondables, no; eso me recuerda a la cuña cuando estaba en el hospital mi señora madre.

Incognoscibles, que suena a palabra culta.

Lo cual me hace pensar que la literatura es un avance laborioso a través de la propia estupidez. No lo digo yo; dice Manuel Rivas que lo dijo un tal Rodolfo Walsh, cuya conciencia era su musa.

No he leído nada del tal Walsh, pero por Tutatis que me está cayendo bien; gritó aquello de ¡no me dejen solo, hijos de puta!

Hablando del Q., estará contento. De tanto que agitó a la peña, salió la manifa en El Pais.

Yo sólo logré movilizar a mi compañera de piso, y porque no le apetecía estudiar.

En cuanto vuelva de París me pongo a hacer más amigüitos, que estos son de los que a mí me gustan, antes de que podamos llegar a Madrid en hora y media y se me vayan todos.

Hombre, si de aquí al 2010 en el fondo sólo quedan 2 años... Y, de aquí al próximo monólogo presentado por Q., al que acudiré con Miriam, 24 horas ;-)

Besitos,
M.

1 comment:

Rubén Kotler said...

De Igual A Igual sigue ahi esperandola y esperando a todos y todas quienes quieran sumarse. Enhorabuena por responder, más vale un año tarde, que medio siglo temprano.

Saludos
RK